Un soporte a pared fijo está diseñado para sujetar un monitor de manera estable sin posibilidad de ajustar su inclinación, giro o altura. Una vez instalado, el monitor permanece en una posición fija, lo que permite ahorrar espacio y mantener la visualización en una dirección específica.
Para asegurarse de que un soporte es compatible con un monitor, es importante comprobar dos aspectos clave:
– Compatibilidad del VESA: El VESA es el estándar que define la distancia (en milímetros) entre los orificios de montaje en la parte trasera del monitor y el soporte. En este tipo de soportes con «brackets» (piezas metálicas que se fijan al monitor y descansan sobre otra pieza del soporte), el VESA del soporte puede ser mayor, pero nunca menor que el del monitor, ya que las uñas permiten ajustar la distancia tanto horizontal como vertical.
Ejemplo: Si el VESA del monitor es 500×300 mm y el del soporte es 600×400 mm, serán compatibles porque las uñas pueden ajustarse a la distancia correcta en horizontal y puede hacerse uso de los múltiples orificos de estas para ajustarla en vertical.
– Compatibilidad del peso: El soporte debe ser capaz de sostener el peso del monitor sin superar su capacidad máxima.
Ejemplo: Si el monitor pesa 14 kg y el soporte admite hasta 12 kg, no serán compatibles. En cambio, si el soporte soporta hasta 18 kg, sí lo serán.
- Separación a la pared: 27 mm
- Carga máxima 40 Kg
- Soporta pantallas 32″~55″
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